El whisky escocés no muestra todos los tesoros que esconde de inmediato. Al igual que Escocia, nos desvela sus secretos poco a poco.
¿Qué sensaciones ofrece en nariz? ¿Es picante como el invierno de Cairngorms o refrescante como las salpicaduras del oleaje en el puerto de Aberdeen?
En el paladar, los aromas del whisky escocés evocan la tierra que le ha visto nacer. No importa si son cereales del valle de Spey, brezos de la isla de Mull o el ahumado de los pescados de Lochs, el whisky de Escocia es un compendio de estas tierras salvajes.
El paso del tiempo también transporta los aromas del whisky escocés. Las notas a nuez de coco, jengibre o canela ayudan a completar un abanico de aromas de gran riqueza.
Tanto si se toma solo o con un poco de agua, SIR EDWARD’S liberará aromas a caramelo, a vainilla y notas amaderadas. En el paladar, el whisky de Escocia es garantía de una auténtica explosión aromática.
